Strange Days



Lunes.

Afuera, en el jardín damos vueltas, tomados de la mano. Más rápido dices tú y te agarro fuerte de las manos. Giramos más rápido como lo pides. En medio del vertiginoso carrusel que son nuestros cuerpos no puedo ver más que tu rostro, feliz. Tienes los ojos apretados y la sonrisa fresca, como recién estrenada.

Yo te miro fijamente para no caerme. Eres mi punto de equilibrio. Todo lo demás es un borrón que me mancha la cabeza. Más rápido dices. Más rápido gatito, más rápido que quiero volar. Más rápido es, entonces, amor. Alcanzamos la velocidad de la luz, atravesamos a otra dimensión.

Me sueltas las manos y desapareces. Me voy de cara contra el planeta. Ruedo unos metros y mi piel queda chorreada en la tierra. Pierdo algunos dientes. Me pongo de pie dando tumbos. Desorientado te busco para saber si estás bien.

No te encuentro. Todo me da vueltas. El suelo es agua de mar en la que me hundo sin remedio. Grito tu nombre con todas las fuerzas que me quedan y no respondes. No estás en ningún lado. Despareciste. Entierro mis rodillas en el suelo. ¿A dónde te fuiste?

Martes.

Soy un caballo desquiciado. Corro por planicies, andenes y vías de ferrocarril sin detenerme nunca. Respiro fuego. El aire es lava ardiente. Ningún hueso sigue en su lugar. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Tal vez todo. Me parece que estoy muerto y no me detuve a darme cuenta. Sólo seguí corriendo.

Voy detrás de ti, llamando tu nombre. ¿Dónde estás metida?, ¿dónde puedo encontrarte? No estás en ningún sitio. Mis heridas no cicatrizan. Quiero llorar. Quiero abrirme el pecho con las manos y arrancarme tu corazón. Tirarlo a una canasta de basura para que se pudra. Pero, en lugar de eso corro. Voy detrás de un fantasma llamado tú.

Si te alcanzo ¿qué te puedo decir? Tiré toda mi cordura por la cañería. Solamente sé que te necesito y por eso corro.

Miércoles.

Al otro lado del mundo bebo el agua contaminada del río. Un cadáver flota como una piedra vacía. Es tan terrible estar sin ti. No sé vivir sin ti, amor. No sé vivir con tu soledad. La batalla me destruyó. Cierro los ojos y te veo. Me llamas con tus manos, sin hablarme. Me acerco a ti y devoras mis miedos de un bocado. Allí estás. No dejas de reír, como la última vez. Intento besarte y vuelves a irte. Ya no grito tu nombre.

No hay luna ni estrellas en el cielo. Mis puños son polvo y el hoyo negro en mi corazón se traga el universo entero. La muerte está cerca, flotando en el río a pocos pasos de mí. Prefiero beberla a seguir buscando. No estás en ningún lado. Ahora comprendo que fui yo quien se perdió.

Jueves.

Domingo.

Mañana vas a largarte sin dejar rastro alguno. No tengo idea de eso y por eso dejo que te vayas temprano a casa. Te beso la boca con descuido. Cierro la puerta y asumo que algunos insectos arañan la madera pidiendo entrar.

Me tumbo baca arriba sobre mi cama y pienso en que te hago feliz. El polvo se acumula sobre mi conciencia.
Debajo de la camisa el corazón me late tranquilo. Suspiro convencido de que mañana será un buen día. Una media sonrisa se fuga entre mis labios y yo la dejo. Nada puede salir mal. Me duermo en paz. Te amo. Amén.

4 comentarios:

Anonymous said...

¿Qué es esto? es extraño leer algo asi escrito por ti.. pero como siempre... me gusta..auque me sorprendes

Anonymous said...

¿? es raro que hables de que amas alguien acaso eres capaz de eso bahh no hagas caso realmente si tenes corazon

Anonymous said...

si, tiene corazon como todo mortal, pero no es común este tema en sus textos....bahh

Anonymous said...

Sólo puedo decir que aunque soy tan de este mundo, mientras que tu vienes de marte, eres mi extraterrestre favorito, de hecho el único que adoro, sabes como soy.
Por eso una de mis terrenales frases 'Gracias por todo'.
Después te taaaantas cosas sabes que tenemos un vinculo especial que nos une. No se si regrese o fue que tal vez nunca me fui del todo, sólo se que estoy junto a ti aferrandome cada día más a todo lo que eres y llegas a ser por mi.